Cuanta amargura... ¿Hasta cuándo tendremos que soportar estos insípidos campeonatos? ¿Cuándo volverán las verdaderas emociones, las finales, los triunfos agónicos? Veamos el porqué de tanta desazón:
- Vélez define el campeonato, sin público, ante Huracán. Por culpa de los hinchas del globo, se priva a los de Liniers de disfrutar de su equipo. Una incoherencia.
- Vélez sale campeón horas más tarde, cuando Lanús pierde ante Argentinos Jrs. Sus hinchas se enteran por TV y festejan en su estadio. Los partidos debieron haberse jugado, al menos, en simultáneo. Otra incoherencia.
- Queda aún una fecha, pero ya nadie se disputará el campeonato. Torpe resolución de un torneo que ya de por sí tiene poca emoción.
- Quedaba como mínima expectativa la despedida de Martín Palermo (de la bombonera, porque después nos enteramos que jugará un partido más).
- Pero el Titán no hizo su gol ( bueno, mas no se le puede pedir ya) y boquita empató jugando, como en todo el campeonato, apenas menos que horrible.
- Ah, nos queda al menos la definición del descenso y la promoción. Eso sí es emocionante. O no tanto...
- River va a enfrentar a un Lanús que ya no juega por nada. Y si a muchos le gustaba el morbo de ver a los millonarios pelear el descenso quizás se vean defraudados en otra opaca, triste y aburrida definición.
Esperemos que eso no suceda y al menos podamos disfrutar de una última fecha con mucha emoción de la mano de las definiciones por evitar el descenso, se vaya quien se tenga que ir.
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