viernes, 22 de octubre de 2010

Los extraños códigos del fútbol



Duro cruce de Verón, esta vez en sus declaraciones, en referencia al tema del fin de semana: Las heridas que mostró Erik Lamela luego de la patada que le dio Curbelo. No cayó nada bien la actitud del pibe de River en el mundo de los jugadores profesionales. Varios, además de la brujita, salieron a criticar a Erik, repudiando su accionar. Coinciden básicamente en que esa forma de proceder "no respeta los códigos" y es "de maricones".

Verón: "El fútbol es cosa de hombres, no seamos nenas."
Almeyda: "Le vamos a demostrar que en River jugamos como hombres."

ERIK LA NENA

Lamela fue una promesa desde chico, cuando casi se lo lleva el Barcelona, de la misma manera que hiciera con Messi. Finalmente River pudo retenerlo y hace poco que juega en el equipo titular, con 18 años.


Curbelo, defensor de Godoy Cruz, tiene toda la pinta de un guerrero charrúa. Imagínense, los que no pudieron ver el golpe, lo que fue esa patada. Como no suelo colocar videos la describo brevemente: El pibe venía eludiendo muñecos pegado a la raya, por el carril izquierdo. Zurdita para acá, para allá, muy elegante. Curbelo, como buen marcador central sale al cierre, enceguecido y furioso, como si fuera la última pelota de la vida ( Eso es lo que provoca el típico grito de Bieeen!) Pero se lleva pasto, pierna y cartel publicitario (Bueno, el cartel no).

Después el árbitro Beligoy apenas lo amonesta y le dice a Erik que se saque la sangre rápido, que sino no puede jugar. Más tarde, a la salida del vestuario, los periodistas junto a gente de River arman la escena tan discutida de las fotos. Y eso fue todo.


Parece que Verón no entendió esto y le achaca toda la culpa al pibe. Parece que el tuvo muchos códigos durante su carrera y no tolera que nadie rompa esa especie de tabla de los mandamientos futbolísticos. Parece que a los demás jugadores les gusta hacerle el circo también y repiten "lo que está bien decir y queda como macho". Parece que después ellos no lloran, no reclaman, no se insultan en cámara y no venden humo.


"Que Verón deje de vender humo", dijo Almeyda. "Si se come una patadita después que no llore", agregó. Así muchachos, eso es lo que queremos del fútbol. ¿Quién se va a perder ahora el próximo River-Estudiantes? ( Juegan el 5 de Diciembre, en Nuñez ) Habrá que estar atentos al cruce Pelado - Bruja. Más que nunca "Fútbol Masacre".

martes, 19 de octubre de 2010

La furia de Angelito



Se volvió una costumbre de todos los fines de semana ver a Cappa insultando a los cuatro vientos. El técnico de River se muestra furioso en cada uno de los encuentros, demostrando que le es imposible dominar su carácter explosivo y apasionado.

No es novedad su verborragia a la hora de expresar sus nervios por las injusticias que reciben sus dirigidos, ya se lo veía en el Huracán del tiki-tiki.


Es cierto que muchas veces tiene razón, como en este último domingo en el partido contra Godoy Cruz, cuando le anularon un gol a Funes Mori por una supuesta mano. Pero teniendo en cuenta que el mismo pidió disculpas en la semana por anteriores faltas de respeto en público, quizás debería cuidarse un poco y tratar de no exaltarse tanto. Por lo menos para evitar las gastadas de los hinchas.


La gente sabe que cualquier cosa lo altera y por eso inventan todo tipo de gastadas para que el tipo continúe sacado como perro rabioso. Su idea del fútbol, aparejada a la de Menotti, el jogo bonito y el espectáculo sobre el resultado, resultan ser un cóctel perfecto para los imaginativos hinchas rivales de turno. Otras bromas giran en torno al campeonato que perdió con Huracán en la recordada final frente a Vélez.


Ese pasado, la defensa de sus ideales, las gastadas, el complicado momento de River y los malos arbitrajes que le tocan, conspiran contra su persona y hacen inevitable sus terribles reacciones. Ni siquiera pudo controlarse en el Día de la Madre, recordándolas a todas en general con un interminable rosario de puteadas, mientras se retiraba del campo de juego solito, sin que lo echen. Es que la furia de Angelito está incontrolable.