jueves, 27 de mayo de 2010

Cuántas horas perdidas...¿O ganadas?



A los que amamos el fútbol nos gusta practicarlo, verlo y también disfrutarlo en los "jueguitos". Al principio, cuando ni siquiera existían las computadoras de hogar, ibamos a los video juegos y nos sorprendíamos por el sólo hecho de ver cómo estos hombrecitos respondían a las órdenes que les dábamos por medio de una palanca ( que después llamarían joystick).

Lo primero que recuerdo es una mesita que había en los Sacoa, donde uno tenía una visión desde arriba de la cancha. Ese era el Microprose Soccer, con jugadores todos igualitos. Si enfrentabas al arquero en diagonal, o sea entrando por uno de los vértices del área, eran todos goles.

También hubo algunos horribles como éste, que no sé ni cómo se llama, donde sólo había que patear para adelante a lo tonto.

Con el correr del tiempo fueron mejorando en calidad de imagen y ya se podían distinguir colores de cabello y tonalidades de piel, según qué selecciones participen.

Con la llegada de las PC se vio un nuevo tipo de juego, el de manager. Ahora uno podía ser el DT y hasta manejar las finanzas del club que elija.

Los equipos eran del fútbol español, en una época en que esta liga sólo permitía la incorporación de tres extranjeros. Argentinos había pocos, no como ahora.

Elegíamos el equipo y parábamos los jugadores en la cancha. Ahí se perdía toda una tarde, porque a cada uno se le podía asignar el espacio por donde debía moverse. Por ejemplo que el 4 llegue sólo hasta la mitad, o que el 10 se meta en el área. Obedecían bastante bien y eso nos hacía sentir grandes técnicos. ( si se ganaba, obvio).

En otros juegos se incluía la posibilidad de armar el estadio a gusto, a medida que uno iba consiguiendo dinero.
En los video juegos se iba progresando, incluyendo las caras de los jugadores conocidos. ¿Reconocen estos rostros? Yo a casi todos.

Los muñequitos ahora tenían forma de persona y se movían mejor. En el Virtua Striker había que ganar 2 a 0 y listo, pasabas.

Los avances se hicieron cada vez mas notorios. Este tenía un efecto en la bocha, que estaba de más, pero a los ponjas se ve que les gusta.

Hasta llegar a el querido Winning Eleven. Ahora hay diferencias no sólo de contextura física sino de velocidad, habilidad y distintas características que se ven plasmadas en el juego.


¿Qué nos deparará el futuro? ¿Hasta qué punto se logrará mas realismo? ¿ Con qué fútbol se divertirán nuestros hijos?




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