En el año del Nuevo Orden Mundial (?), es decir en 2012, arrancará el nuevo torneo ideado por los cráneos de la AFA. Un campeonato de 38 equipos, que significa la insólita fusión de la primera A y el Nacional B.Muchos dirán que esto se hizo para beneficiar a River, quien no deberá preocuparse por salir en los primeros puestos para regresar a la A, pero en realidad le conviene a muchos. En lo deportivo obviamente, pero sobre todo en lo económico.
La creación de AFA TV trae aparejado un reparto de dinero muchísimo mayor al obtenido con el Fútbol para Todos. Este convenio con el gobierno plantea nuevos horizontes que tienen como objetivo la federalización definitiva del fútbol, con el beneficio de votos que eso trae, y el consecuente ingreso de dinero para los clubes. Se habla de un reparto de 1.600 millones de pesos, 1.000 más que hasta ahora.
¿Cómo se organiza semejante campeonato? 38 equipos, divididos en dos zonas de 19. En una primera etapa juegan cada uno en su zona, con un partido interzonal, los famosos clásicos. Al finalizar, los mejores ubicados pasan a una zona campeonato para disputar el título y el ingreso a las copas. Los otros equipos jugarán una zona permanencia, donde los últimos 4, sin promedios, descenderán. Se dice que el ganador de esta etapa también se clasificará para la Sudamericana, pero aspectos como este todavía no están definidos.
¿Que pasa este año? Será "el año fantasma", como dicen algunos periodistas., ya que no habrá descensos de la A ni ascensos de la B. O sea que se perderá toda emoción y sólo se tratará de esperar el nuevo torneo. Incentivos como ser que el campeón del Nacional B jugará la Sudamericana no parecen ser suficientes para devolver la pasión que generaba este campeonato de ascenso.
Este anuncio dejó en un segundo plano el despido de Sergio Batista como DT de la Selección. Una decisión que se toma tras el fracaso en la Copa América, pero que no soluciona el problema de fondo. Hace ya casi 20 años que no ganamos nada y pasaron muchísimos técnicos. ¿No será la hora de que se vayan otros? ¿No existe la autocrítica a nivel dirigencial? ¿Hasta cuándo Julio Grondona?
Todo pasa... que siga el circo.
