La foto ilustra perfectamente de qué manera está hoy el fútbol argentino. Mucha pelea, fricción, rusticidad, lucha... y de juego poco y nada. Todos los equipos muestran un preocupante bajo nivel
futbolístico, carente de ideas y sobre todo de audacia.
La única excepción hasta el momento es Vélez Sarsfield, por eso no será nombrado más en esta nota, ya que merece un post aparte.
Repasemos con algunos ejemplos:
River, hasta hace un día puntero del campeonato, pelea por no caer en la promoción y apenas empata con un casi descendido Gimnasia. Patea al arco dos o tres veces por partido y su símbolo es Matías Almeyda, un jugador que emociona por su entrega, pero que también está al borde del retiro.
Boca atraviesa una de sus peores rachas, con un DT que no le encuentra la vuelta ni a la táctica ni a los jugadores. Riquelme que juega en cuenta gotas y Palermo que hace rato que se despide. Cualquiera le hace partido, hasta en la Bombonera.
San Lorenzo, mediocre e irregular. Independiente flojísimo, amagó con mucho y terminó en nada. Racing un poco mejor, con Gio Moreno recuperado será otra cosa. Estudiantes, hace poco paradigma del buen fútbol, bajó mucho su nivel. Banfield y Lanús lo mismo. Los demás navegan en aguas turbias.
Los partidos son en general malos. Si entretienen es por la propia expectativa que le ponemos los hinchas. O por errores defensivos más que por virtudes en la creación de jugadas de peligro.
Lo preocupante es que se acerca la Copa América. Si bien la mayoría de los jugadores que integran la selección actúan en el exterior, no nos olvidemos que salieron de este mismo fútbol.
( Salvo el caso de Messi). Después nos preguntamos por qué fracasamos en tantos mundiales, y la respuesta habría que buscarla en casa.
Encima, mientras reflexionaba sobre esto, se jugaba la final de la Copa del Rey entre el Real y el Barcelona. ¡Qué partidazo! ¡Qué jugadores! ¡Eso es fútbol!
Y ojo, que soy mas argentino que el dulce de leche. Sigo creyendo que tenemos la mejor cantera del mundo y que la calidad individual está intacta. Por eso la bronca, porque podríamos ser los mejores y porque deberíamos disfrutar de un fútbol local mucho más entretenido y vistoso.
Quizá la culpa sea de los DT, no sólo de los de primera división, sino también los de inferiores. Ya desde chicos se los enseña mal. Se privilegia el resultado por sobre todo. Pero a la larga...¿El resultado dónde está? ¡Si no ganamos nada!
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