Es cierto que existieron otras goleadas históricas, como la del mundial de Suecia (6 a 1 frente a Checoslovaquia) o ésta otra que tampoco se puede creer, pero la de ese día se recuerda como la más dura e inesperada de todas.
El equipo de Valderrama llegaba para ser otra víctima más de aquella arrolladora selección del Coco Basile, pero sorprendió dando una verdadera lección de fútbol, con jugadas y goles de todos los colores.
Es cierto que el trámite del partido no mostró tamaña superioridad como si lo hizo el resultado, ya que Argentina tuvo muchas chances de gol, ¿Pero quién se va a acordar de eso?
Esta revista, que en su momento era la biblia del fútbol, reflejó el sentir de toda una nación que ahora no esperaba otra cosa que a un salvador ( Llegó Diego para alegría/desgracia de muchos, aunque eso es otra historia).
Fueron 2 goles de Rincón, 2 de Asprilla y 1 del Tren Valencia. ¿Se acuerdan de éstas figuras? Todos ellos amagaron con ser estrellas mundiales después de este partido y probaron suerte en distintos equipos europeos. Con respecto a la selección colombiana en conjunto, la suerte tampoco les ayudó demasiado y fueron eliminados en primera ronda del mundial de USA.
Esto significó una gran decepción para los hinchas colombianos que pusieron una gran expectativa en sus muchachos, tal es así que hasta colecciones de muñequitos tenían.
De todas formas nadie les podrá quitar el orgullo de haber logrado esa goleada, para muchos de ellos el triunfo más importante de la historia. Sin dudas esa camada de jugadores dejó su huella en el fútbol, por su juego vistoso y particular, siempre afecto a dar espectáculo.
Aunque no atajó ese día ( lo hizo Oscar Córdoba), René Higuita también pertenece a esa generación. Inventó jugadas locas como el escorpión y también fue culpable de algunos goles tontos que le hicieron, pero eso no le impidió ser ídolo. Su última locura fue esta increíble transformación de imagen, previas cirugías por supuesto.
El símbolo de esta época gloriosa del fútbol colombiano quizás sea la figura de Carlos Valderrama, plasmada en una estatua colocada en su ciudad natal, Santa Marta. El Pibe resume un estilo que divierte a los amantes del fútbol y hace que sigamos creyendo que todavía uno puede disfrutar del espectáculo que ofrece este deporte.